Ley de Talión ante abusos policiacos; se perdió la gobernabilidad

Linea Caliente

Ley de Talión ante abusos policiacos; se perdió la gobernabilidad

Por Edgar Hernández*

¿A quién echarle la culpa de la violencia ciudadana, manipulada o no, sucedida ayer en Tezonapa en donde la ciudadanía salió a castigar a su autoridad municipal?
Acaso la responsable de la ingobernabilidad y justicia por propia mano sea la alcaldesa Morena, Claudia Rosales o deberíamos concluir que el omiso es Secretario de Seguridad Pública, Alfonso Reyes Garces. O acaso sea mejor pensar en el cuestionado por sus magros resultados Ricardo Ahued o de plano apuntar las baterías hacia Rocío Nahle.
Reseñan las crónicas locales, nacionales e internacionales -ya sabe usted el morbo  por el alzamiento popular- que ayer en horas de la mañana habitantes del municipio de Tezonapa, ubicado en la zona montañosa central de Veracruz, incendiaron patrullas, un vehículo particular e intentaron linchar a dos agentes de tránsito en protesta por extorsión y abusos de autoridad.
Cientos de personas se congregaron en la cabecera municipal para protestar. Los inconformes quemaron dos patrullas (un vehículo y una motocicleta) y el auto particular del director de tránsito.
Además, retuvieron a dos agentes de tránsito, a quienes desvistieron y amarraron y golpearon; incluso amenazaron con lincharlos.
Adelantaron además que no permitirán más la presencia del Cartel de las Grúas.
Lo sucedido en Tezonapa no es más que  la esencia del vil tercermundismo en el que se mueve un Veracruz que, según la propaganda oficial está de moda.
Es el Veracruz gobernado por sus “mejores hombres que nos ayudan muchísimo, pero muchísimo”, según la señora Nahle.
Es el Veracruz en donde, un día sí y el otro día también, la ciudadanía cuestiona y encara a la autoridad responsable de la gobernabilidad, a una autoridad que voltea ante el real control que tiene la delincuencia organizada.
Es a la que poco caso hace al “Contralmirante” Alfonso Reyes Garces, responsable de la Secretearía de Seguridad Pública y al buen hombre que despacha en la Secretaría General de Gobierno, Ricardo Ahued.
Dábamos cuenta en anteriores entregas la decepción que provocó el arribo del galardonado Reyes Garcés a la SSP, una de las dependencias más corruptas del gobierno estatal.
La ciudadanía, animada por la esperanza del cambio, estaba hambrienta por enterarse de los primeros golpes contra la criminalidad, de las primeras acciones de quien debería mostrar resultados en su  lucha contra el terrorismo criminal, como el héroe de las aprehensiones de los líderes de los carteles.
Vaya, que por los menos empezara con acabar con la corrupción dentro de su propia Secretaría y saneara las finanzas manejadas aún por Eleazar Guerrero, primo hermano del atarantado Cuitláhuac García.
No fue así.
Todavía hace unos días trascendió la “fuerza” de Eleazar al interior de la SSP al darse a conocer que Ciria Márquez Talamantes, subsecretaria de Prevención y Participación Ciudadana, responsable del enlace con los 212 municipios, sigue siendo la “mano derecha” de Eleazar. Ciria es la pareja del apodado “Medusa”, familiar cercano del exgobernador.
Son parte del grupo que solo responde a esos intereses.
Ello al igual que otras funcionarias de rango de la SSP, Rosario Farfán, Pamela Ortega y Estefanía Galindo con dobles plazas, todas amazonas del intocable primo Eleazar, hoy flamante diputado federal con fuero.
Es así que poco probable que en ese tipo de escenarios pueda funcionar con honestidad, destreza y resultados la SSP.
Lo de Tezonapa es solo la punta de iceberg.
Poco caso se ha hecho a las denuncias de la intervención y contubernio de los uniformados en el proceso electoral del pasado primero de junio en donde hubo presión, amenazas a la ciudadanía, así como descarados acarreos en vehículos oficiales.
En Veracruz los acontecimientos públicos y políticos se ven rebasados ante el alud de malas noticias. Solo quedan para el registro los hechos delictivos de cara a la incompetencia.
A la vuelta de casi siete meses nos encontramos con que es falso que la criminalidad haya bajado, que la escalada de homicidios esté reducida, que los escenarios de violencia estén bajo control de la autoridad, que no haya novedades en el frente, ni se sepa de desmantelamiento de algún Cartel o que la escalada de crímenes de odio nos haya descolocado del segundo lugar nacional.
Hoy es un hecho que la SEGOB y la SSP está rebasadas y que solo se enteran por medios periodísticos de los hechos delictivos o de justicia popular como es el caso de Tezonapa y que no llegan, ni en tiempo y forma, los reportes de los municipios calientes donde sus cuerpos policiacos están rebasados.
Queda claro que Seguridad Pública, tras años de alianza con la criminalidad, solo comparte los negocios con la delincuencia organizada. Es parte de ella.
Es por ello que el pueblo bueno hace justicia por propia mano.
Tiempo a tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
@LineaCalienteColumna de Opinión
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